- Katherin Robles
Más de un Siglo Después el zoo del Bronx Pide Disculpas por Exhibir a un Joven Africano en una Jaula

Este es el lamentable caso de Ota Benga, un joven que a temprana edad fue secuestrado en la Republica Democrática del Congo para ser exhibido primero en una feria de St. Louis y luego en el zoológico del Bronx en Nueva York.
El atroz hecho tuvo lugar en septiembre de 1904, pero es hasta este año 2020 que la Sociedad para la Conservación de la Vida Silvestre (WCS, por sus siglas en inglés) decide hablar al respeto. Cristian Samper, presidente y director ejecutivo de la sociedad, dijo que era importante "reflexionar en la historia de la WCS, y en la persistencia del racismo en nuestra institución". Las actuales protestas de Black Lives Matter desencadenadas por la muerte de George Floyd, han llevado a un momento de reflexión global.
Sin embargo, las disculpas aparte de ser tardías, llegaron luego de varias respuestas evasivas. Una de ellas era que Oto Benga trabajaba en el lugar y también fue señalado como una leyenda urbana. Por lo tanto, no es sino hasta ahora que la WSC confirma, reconoce y pide disculpas sobre el pasado racista dentro de la institución.
¿Quién era Ota Benga?
Capturado en marzo de 1904 por el comerciante estadounidense Samuel Verner en lo que antiguamente era el Congo Belga. Se desconoce su edad, pero pudo haber tenido 12 o 13 años.
Llevado en barco a Nueva Orleans para ser exhibido ese año en la Feria Mundial en St. Louis junto a otros 8 jóvenes.
La feria continuó en el invierno. Los jóvenes no tenían ni un refugio ni ropa adecuada para las frías temperaturas.
En septiembre de 1906 fue exhibido durante 20 días en el zoológico del Bronx de Nueva York. El espectáculo atrajo a multitudes.
La indignación de ministros cristianos acabó con su encarcelación. Fue llevado al Asilo para Huérfanos de Color Howard en Nueva York, manejado por el reverendo afroestadounidense James H. Gordon.
En enero de 1910 se fue a vivir a la Escuela y Seminario Lynchburg para estudiantes negros en Virginia.
Allí le enseñó a niños vecinos cómo cazar y pescar, y les contó historias y aventuras de la vida en su tierra.
Se cree que luego se deprimió porque extrañaba su tierra y, en marzo de 1916, se pegó un tiro con un arma que tenía escondida. Se estima al morir tenía 25 años.
Fuente | Libro "Espectáculo: la asombrosa vida de Ota Benga", de Pamela Newkirk